Bienvenidos a recorrer diferentes facetas en las fotos de JMBorrero
Julio de 2024
Julio de 2024
Quizás esta magia de inmortalizar un momento y poder recordarlo en el tiempo a través de una imagen es increíblemente maravilloso, me ha atraído desde hace muchísimo tiempo.
El recuerdo de mi primera cámara, la que regalaron fue una Instamatic 133 de Kodak, solo tengo una sola foto con esta maquina en perfectas condiciones tomada en los 1970, a mi abuela en compañía de un primo entrando a su casa en Popayán
Primera exposición individual realizada en Abril de 2025 en Casa 25 en Panamá con diez y ocho piezas dos de las cuales impresas en papel de algodón y el resto de las piezas en papel fotografíco libre de acido e impresión con pigmentos.
El tema de la exposición fue el cierre de los CUENTOS DEL BOSQUE
En el marco de los estudios realizados en la academia Imago, montamos una muestra de tres fotografías del proyecto Los cuentos del bosque en las Bóvedas, sala del ministerio de cultura de Panamá, esta muestra fue en compañía de los diez compañeros de estudio.
2024
El estilo fotográfico de cada fotógrafo con el cual se puede identificar su trabajo se va formando a medida que haga muchas fotografías y a través del tiempo, él va encontrando ese estilo propio de Él.
Es apasionante ir con amigos a (pajariar) encontrar pajaritos en los arboles e insectos en el camino de senderos y bosque, al principio lo miras sin mucho entusiasmo y a medida que capturas con tu cámara ese pajarito y encuentras la belleza que esconde en su plumaje comienza la magia.
Es una historia que comienza al ver a un fotógrafo asombrado viendo los colores que tiene un árbol de eucalipto, esa fue la espina que toco a JMB para comenzar a descubrir muchas cosas dentro del bosque que lo rodea en Panamá; encontró huecos, monstruos, erotismos, colores y texturas en cada rincón.
“Fotografiar lo que no tiene forma”
Comienzo a hacer fotografía en una etapa de mi vida donde la experiencia ya ha madurado, donde el tiempo se vuelve más consciente y se valora con otra mirada. Atrás quedaron los días donde corría sin pensar, y hoy, desde la calma, puedo transformar ese tiempo en algo distinto, en memoria, en contemplación, en arte.
El tiempo no tiene rostro, no se deja tocar ni ver, no hay manera de capturarlo directamente, y sin embargo, deja huellas visibles en todo lo que amamos y en todo lo que somos. El verdadero desafío de este proyecto es justamente eso fotografiar lo invisible.
Al revisar antiguos álbumes, encuentro imágenes que no solo documentan, sino que evocan la infancia, los gestos cotidianos de una familia, el eco de un instante que ya no está.
Allí comprendí que cada imagen, sin proponérselo, ya contiene algo del tiempo en la luz que cae sobre una cara, en la sombra que anuncia una ausencia, en la espera de una mirada.
Esta serie nace como un reto personal y creativo de representar el “TIEMPO” no como línea, sino como sensaciones. El tiempo como juego, como drama, como fantasía. Como algo que a veces se escapa, pero otras se detiene, se curva, se dilata y se acaba.
Fotografío el gesto de un niño creciendo, el polvo que reposa en un lugar abandonado, la sombra que ya no encuentra a su dueño, las ramas que no tienen tronco. Hay imágenes que hablan de transformación, de ciclos, de despedidas y de renacimientos.
No se trata de contar una historia lineal, sino de abrir ventanas a instantes en los que el tiempo se revela sin mostrarse.
Porque el tiempo no se retrata se sugiere. Y cuando eso ocurre, la fotografía deja de ser imagen para convertirse en pregunta.
Inspirándose en su trabajo de panadería y la pasión por la cocina
ES un reto lograr mostrar con luces y sobra la elegancia del cuerpo fenenino
Manejar la luz natural es increíble
Hoy en día con las herramientas que nos da los motores de edición se pueden crear imágenes muy interesantes